Detenidas cuatro personas por tráfico y explotación sexual de 12 mujeres en Burgos y Miranda de Ebro

Captaban a las víctimas en Colombia, país de origen de los investigados, para obligarlas a ejercer la prostitución, y en el momento de la detención cinco fueron liberadas

Agentes de la Policía Nacional detuvieron a cuatro personas de origen colombiano aunque con nacionalidad española por un presunto delito de tráfico de mujeres para su explotación sexual en el marco de la denominada ‘Operación VOTA’ que fue presentada hoy en Burgos por el delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo; el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente; el comisario Jefe Provincial de la Policía Nacional, Jesús Nogales; y la inspectora-jefa, Jefa de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, Ana Mélida. Tres de ellos ya han ingresado en prisión y el cuarto ha sido puesto en libertad con medidas.

La ‘Operación VOTA’ culminó con la detención el pasado miércoles, 20 de enero, de cuatro personas de origen colombiano, una de ellas en Miranda de Ebro y las tres restantes en la capital burgalesa. Se trata de tres hombres y una mujer, D.G.G. de 55 años, B.S.O.G. de 25 años, J.O.G. de 48 años y C.J.A.H. de 71 años, como presuntos autores de un delito de “trata de seres humanos, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, contra los derechos de los trabajadores, relativos a la prostitución, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal”.

La investigación comenzó en el verano de 2019 cuando la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Burgos, detectó que en esta provincia se estaba produciendo un creciente flujo de mujeres procedentes de Colombia, quienes terminaban ejerciendo el alterne y la prostitución en el ‘Club Deseos’, ubicado en la localidad de Miranda de Ebro (Burgos).

Los agentes de la Policía Nacional de Burgos y la de Miranda de Ebro, una vez ordenado por la autoridad judicial, llevaron a cabo seis entradas y registros en cinco domicilios (tres en Burgos y dos en Miranda de Ebro), y en el ‘club Deseos’ vinculado a esta explotación. Todo ello de modo simultáneo donde se procedió a la detención de las cuatro personas. Además, se intervino diversa cantidad de dinero en metálico, documentación y material informático.

La investigación acreditó que la red habría traficado con al menos doce mujeres. A cinco de ellas, presentes en los locales en el momento de la operación, se les ha proporcionado todos los servicios y recursos de atención y protección especializados disponibles para garantizar su seguridad. La organización captaba a las víctimas en Colombia, su país de origen, aprovechándose de su situación de precariedad económica y con falsos ofrecimientos laborales.

Les pagaban el viaje a España, con lo que les generaba una importante deuda económica, obligándoles a ejercer la prostitución para pagar la deuda contraída. Algunas de las víctimas llevaban más de un año obligadas a prostituirse, según Mélida, quien precisó que la edad de las mismas se sitúa entre los 28 y los 40 años. “No había ninguna víctima menor de edad y proceden de distintas nacionalidades”, apostilló.

A esta primera deuda sus explotadores les iban sumando nuevos recargos y multas por lo que nunca podrían acabar de pagar las cantidades reclamadas y quedando, por tanto, sujetas a los caprichos de los traficantes, bajo amenazas directas sobre sus personas o sobre los familiares que habían dejado en Colombia.

La investigación desarrollada por la Policía Nacional permitió establecer que las mujeres traficadas habían sido obligadas a ejercer la prostitución en un local de alterne de Miranda de Ebro. Como consecuencia del estado de alarma y la situación de pandemia que motivo tanto el cierre de estos locales como la limitación de desplazamientos horarios y entre localidades, la organización criminal recolocó a las mujeres en distintos pisos de Burgos y Miranda de Ebro. En estos pisos, donde eran vigiladas constantemente con cámaras de televisión por sus explotadores, estaban obligadas a prestar servicios sin las debidas medidas de protección y control derivadas de la pandemia producida por el COVID-19.

 

Más de 2.000 mujeres atendidas en Castilla y León

“En el caso que nos ocupa hoy”, explicó el delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, “hablamos de un tipo delictivo, donde las mujeres vuelven a verse especialmente afectadas”. “La trata no es neutral en términos de género: el 80 por ciento de las víctimas para cualquier tipo de trata son mujeres, pero si hablamos de trata con fines de explotación sexual el dato se eleva al 95 por ciento”, agregó.

Además, indicó que el 95 por ciento de las víctimas de trata con fines de explotación sexual son mujeres y niñas y que el 99,7 por ciento de los consumidores de prostitución son hombres. En el conjunto de Castilla y León, Izquierdo informó de que “más de 2.000 mujeres fueron atendidas por entidades específicas de trata como Hermanas Oblatas, APRAMP, Adoratrices, ACLAD, ACCEM y Cáritas Astorga”.

 

Aumento del consumo de prostitución en España

La trata es la forma más común de explotación, seguida del trabajo forzoso. Es el tercer negocio más lucrativo después del tráfico de armas y de drogas. Asimismo, España es el primer país en consumo de prostitución de Europa y el tercero a nivel mundial tras Tailandia y Puerto Rico. Según la ONU, en España el 39 por ciento de los varones españoles ha pagado por sexo, 71 por ciento en Tailandia, 61 por ciento en Puerto Rico.

El estudio de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género revela un perfil de ciudadano de poder adquisitivo medio alto con edades comprendidas entre los 35 y 55 años, pero los datos muestran un aumento preocupante del consumo de mujeres en prostitución de varones entre los 18 y 25 años.

 

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