La Junta de Gobierno, presidida por el alcalde en funciones de Valladolid, Óscar Puente, decidió no aprobar el proyecto de ciudad deportiva y accesos del Real Valladolid por “pulcritud democrática” y deja la iniciativa sobre la mesa “para que decida el próximo alcalde”, que todo hace indicar que será el candidato del PP, Jesús Julio Carnero, con el apoyo de los tres concejales de Vox.
Se podría haber incluido la propuesta de adjudicación al Real Valladolid de la concesión demanial del estadio y sus anexos por un periodo de 50 años para la construcción de la ciudad deportiva y reforma integral del estadio de fútbol José Zorrilla. Sin embargo, el Equipo de Gobierno ha decidido que el asunto “quede encima de la mesa para que sea el nuevo Gobierno Municipal quien decida si adjudica o toma otra decisión”. Esta decisión se toma, argumenta en un comunicado el equipo de Gobierno, “porque el candidato del PP a la Alcaldía propone en su programa electoral un proyecto incompatible con esta adjudicación”.
La concesión demanial, solicitada ayer mismo por el Real Valladolid –la actuación es una iniciativa del club- solicitó la aprobación de la concesión, que finalmente queda aplazada por este motivo. Esta concesión suponía que durante un periodo de duración de la misma el adjudicatario, es decir, el Real Valladolid, se compromete a ejecutar unas inversiones con el objeto de la concesión en el estadio y en los anexos. La administración no puede invertir en el objeto, salvo en este caso en los viales de uso público.
Las razones de que el Ayuntamiento de Valladolid ni ninguna otra administración no pueda invertir son, además de económicas, que dichas inversiones se considerarían “ayuda del Estado”, algo expresamente prohibido en el ámbito de la Unión Europea, como certifican los técnicos municipales.
Habida cuenta de que Carnero ha comprometido un proyecto en el José Zorrilla que conllevaría inversiones públicas, el actual Gobierno Municipal “entiende que adjudicar hoy la concesión al Real Valladolid privaría al nuevo alcalde a la posibilidad de llevar a cabo su proyecto”.
Asimismo, Óscar Puente estimó que desde el punto de vista democrático “no es aceptable que un gobierno saliente adopte en funciones una decisión que impide realizar sus proyectos a quien puede contar con el respaldo para gobernar por mandato de las urnas y pactos postelectorales”.
Por esta razón se ha decidido dejar el asunto encima de la mesa para que sea el alcalde electo quien adopte la decisión. Puente informó de esta decisión al candidato, Jesús Julio Carnero, para que conozca las razones “de primera mano y pueda ejecutar sin condicionantes los proyectos comprometidos con los ciudadanos”.