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El Museo Numantino afronta su próximo siglo con un pabellón permanente dedicado a la paleontología de Soria

Los hallazgos en el yacimiento de Zorralbo en Golmayo y las icnitas en Tierras Altas son únicos en Europa

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El Museo Numantino se plantea dedicar un pabellón a la paleontología soriana. Este espacio que contará con una exposición que se renovará anualmente “dará un peso importante al museo y a los restos paleontológicos que se salvaguardan, muchos únicos en Europa”, según explicó la directora del centro cultural, Marian Arlegui, quien recuerda que este es uno de los retos que se marca el equipo técnico del centro que este año celebra el centenario de su apertura.

La decisión de dar a la paleontología soriana un espacio propio dentro del centro tiene su importancia, ya que no forma parte del discurso de la evolución humana y el Numantino habla de la historia de la provincia. Sin embargo, los hallazgos en los yacimientos de Zorralbo (Golmayo, Carbonera) depositados en el museo hacen posible que el contenedor cultural dedique una parte de su espacio a ensalzar, por ejemplo, los restos de un branquiosaurio de 130 millones de años de antigüedad, un dinosaurio saurópodo, herbívoro y de unos 14 metros de longitud que fue hallado entre los años 2003 y 2004.

“Nos planteamos hacer una exposición temporal sobre la excavación del yacimiento de Zorralbo en Golmayo, porque es la única que se ha hecho en la provincia científicamente con unos restos sobresalientes de animales. Además arrojaron datos geológicos y de la vida de determinadas especies de dinosaurios. En Soria hay muchos yacimientos paleontólogicos inventariados pero no han sido excavados”, explica.

Concha Ortega / ICAL Museo Numantino en Soria

 

A esta exposición se le sumarán otras sobre el conjunto de icnitas de la zona norte de Soria, en Tierras Altas, “un conjunto extraordinario de distintos periodos paleontológicos y las distintas variedades de animales que se dieron”.

El Museo Numantino afronta, si consigue el impulso económico de la Junta de Castilla y León y del Estado, titular del inmueble, una renovación, tras cien años mostrando la historia de esta provincia. Entre sus retos, también está dedicar acciones a la etnografía, con el objetivo de que, al menos, una vez al año se expongan los materiales que el Museo atesora gracias a los depósitos y donaciones de particulares.

En este aspecto, Marian Arlegui significa que la etnografía necesita de un mayor espacio expositivo que la arqueología, ya que no se puede mostrar, por ejemplo, una azada aislada sin el resto de los útiles agrícolas u actividades que se realizaban. A pesar de la imposibilidad de mostrar de forma continuada estos restos, el Museo procura ponerlos a disposición de los investigadores a través de un catálogo que registra estos fondos y que es consultado de “forma continua”.

Cuando Alfonso XIII inauguró el Museo Numantino, este se concebió casi como “un almacén” para albergar los restos, principalmente, de los yacimientos de Numancia, Tiermes y Uxama. Sin embargo, hoy acoge no solo restos arqueológicos sino también una colección de pinturas del pintor soriano Maximino Peña de una calidad “extraordinaria”. El Museo se plantea también dar a conocer este fondo artístico, y explora la vía de comunicación más adecuada, ya que las obras no son muchas y se deben mostrar atendiendo a un contexto histórico.

“Estas obras se conservan porque existe el interés de que el museo conserve obras de autores sorianos. A veces la Junta de Castilla y León ha adquirido obras que son importantes para el museo, cuando las circunstancias económicas lo permiten”, asegura.

 

 

Digitalización

El Museo Numantino no sufre una reforma desde 1989 y, por ello tanto desde la Dirección como desde la Junta planean ya su actualización y renovación. De hecho, ya cuentan con un proyecto museológico para el Numantino “que sería aconsejable acometerlo de una vez y no por fases”, en el que se especifican los contenidos temáticos actualizados según la investigación y los medios de comunicación más apropiados para su divulgación, explica la directora.

En este aspecto, Marian Arlegui matiza que ella, como máxima responsable del museo, no renuncia a la cartelería escrita, ya que “defenderá siempre la lectura”, pero sí es necesario la incorporación a esta institución cultural de sistemas multimedias de comunicación. “En 2014 el Museo Numantino y la Asociación de Amigos del Museo Numantino elaboramos una guía del centro que es extraordinaria, que tiene una calidad y está actualizada, es decir, recoge las últimas investigaciones arqueológicas, paleontológicas y etnográficas. Actualmente los canales de comunicación del museo son varios porque, además de la exposición permanente, realizamos otras temporales, ciclos de conferencias, talleres para niños y la pieza del mes, entre otras”, detalla.

 

 

Tesoros escondidos

Mientras que el Numantino afronta sus retos más inmediatos, el centro, un emblema mundial para los amantes de la arqueología, continúa recibiendo visitantes e investigadores. El almacén de este museo, sin duda, salvaguarda verdaderos tesoros escondidos que pronto serán exhibidos. Mientras esto ocurre la directora del centro anima a los visitantes a conocer la sucesión de culturas que han habitado en Soria desde su origen, ya que a los historiadores no les obsesiona la pieza en sí, sino su elocuencia dentro de un contexto.

En este sentido, recuerda que yacimiento más antiguo documentado, el de Torralba y Ambrona, que data del Paleolítico Medio, que se sitúan entre los más importantes de Europa; además el museo recoge hallazgos del Neolítico del valle de Ambrona, de la edad de Bronce y del Hierro, junto con la cultura celtíbera, que es la propia de Soria.

De este modo, Marian Arlegui invita a conocer la placa de Villalva del Paleolítico Superior, que fue donada por un particular y que muestra cómo el hombre dibuja y graba de una manera “extraordinaria” y con una técnica precisa unos animales. “Yo invito a los visitantes a conocer también una cerámica de la edad del bronce que es muy pequeña y que es torpe en sus formas pero que me parece extraordinaria en su sencillez y en su simplicidad aparente”.

Sin duda otra de las piezas estrellas del Museo Numantino es la vasija de los toros, esta sí de Numancia, que relata una historia cuyo final se desconoce contada con “una complejidad simbólica extraordinaria”.

Además, también se puede dejar seducir con una escultura ‘La mirada de Saturno’ de mármol y de reducido tamaño, que procede de la villa de Rioseco; por una cruza medieval, o por una cerámica musulmana que tiene fondo curvo porque corresponde a las primeras oleadas árabes que habitaron la provincia y que tiene esa forma para que apoye mejor en el suelo y no se mueva. “Siempre sugerimos al visitantes que sea una página en blanco y se deje seducir. Busque lo le llama la atención o le atrae sea por su cualidad artística o por todo lo contrario”, alienta.

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