Efectivos de la Guardia Civil localizaron en dos naves de un polígono industrial en un municipio del Alfoz de Burgos próximo a la capital sendos talleres clandestinos donde se realizaban, fuera del horario laboral habitual, trabajos de reparación y mantenimiento de vehículos, actividades para las que carecían de los permisos y autorizaciones necesarias.
Ambos responsables fueron denunciados, se confeccionaron quince actas denuncia por las irregularidades encontradas y se investigó a una persona, cuyas iniciales son J.R.V., de 41 años de edad, por un delito contra la salud pública por tráfico de drogas, según informaron hoy fuentes del instituto armado.
La Comandancia de Burgos, fruto de la colaboración ciudadana, tuvo conocimiento de la posible existencia de estos negocios fraudulentos que, tras las pesquisas necesarias, fueron localizados en un mismo polígono industrial, por lo que en presencia de sus respectivos responsables, se practicaron sendas inspecciones al interior.
A simple vista se observaban varios vehículos en claro proceso de reparación y otros en estado de abandono; multitud de residuos tóxicos y peligrosos (un frigorífico) acumulados y almacenados sin control por el suelo, como aceite residual del motor, lubricantes y envases contaminados, piezas usadas, neumáticos y baterías, aunque también componentes nuevos de sustitución.
Ambos locales estaban destinados oficialmente a otras actividades laborales, pero fuera del horario habitual arreglaban vehículos con la maquinaria y herramienta profesional con la que estaban acondicionados. Los titulares carecían de las autorizaciones y licencias para: la apertura como taller, formalizar la actividad y acometer la gestión de los residuos ocasionados.
En una de las naves se encontró una caja metálica empotrada en la pared con 2.000 euros; en otro lugar 40 gramos de marihuana, 1 gramo de cocaína y útiles para la manipulación y dosificación de las sustancias prohibidas, por lo que se instruyeron diligencias por un delito contra la salud pública y se ha investigado a una persona.
Sin abandonar el local se localizaron 100 aves, especies alóctonas y también autóctonas (perdices y codornices); el titular carecía de las respectivas guías sanitarias y de la licencia para su tenencia. También se intervinieron varias artes prohibidas no selectivas de caza y pesca –dos butrones y una jaula trampa- y una carabina de aire comprimido no legalizada. En este dispositivo fue realizado conjuntamente por el Seprona y el Destacamento Fiscal y de Fronteras de la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos.