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Los hosteleros del Bierzo apelan a los test y cribados masivos como alternativa al cierre de negocios

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La Hostelería del Bierzo recibe con con hartazgo y resignación la nueva orden de cierre emitida el pasado lunes por la Junta de Castilla y León para contener la “expansión descontrolada” de la tercera ola del COVID-19. El cierre se hará efectivo a partir de este miércoles.

El presidente de la Asociación de Hostelería del Bierzo, David Belzuz, señala en declaraciones que los cierres impuestos parten de que las autoridades “no tienen o no quieren tener otra alternativa”. Defiende Belzuz que “se ha demostrado que los repuntes de contagios vienen de reuniones familiares y fiestas en las casas, no en los negocios, entonces ¿por qué cierran los negocios?”, pregunta retóricamente, al tiempo que entiende que “controlar las casas es muy complicado, pero hay otras herramientas”.

“Estas reuniones, si no se aplica el confinamiento de marzo y abril del pasado año, se seguirán produciendo, si no es en la hostelería será en nuestras casas o en cualquier otro lugar. Nosotros creemos que esas reuniones son más seguras en la hostelería, porque nuestros locales son más grandes, están más ventilados y las medidas de protección no se relajan tanto como en nuestras casas”, añaden desde la Asociación.

Como alternativas, propone la disponibilidad de test para toda la población, los cribados masivos y mayor control en las aguas residuales, porque “en otras Comunidades Autónomas esto está funcionando”. Insiste en que si los ciudadanos tuviesen un mayor acceso a pruebas de diagnóstico el control de la pandemia sería mucho más efectivo y “no haría falta cerrar negocios”.

“Lo único que hacen es cerrar, y no nos han dado ayudas directas. Debería ser al revés, primero conceder ayudas para poder subsistir, y después si no hay más remedio cerrar, pero con ayudas para sobrevivir”, defiende el portavoz de los hosteleros asociados del Bierzo.

En cuanto a los ánimos de los hosteleros bercianos, advierte que hay mucho “hartazgo, clamor, hastío, desesperación… la gente está muy cansada”. En este sentido, señala que todavía es pronto para valorar la posibilidad de realizar nuevas manifestaciones y movilizaciones, ya que “el ambiente está muy caldeado y hay que valorarlo con calma”.

Al respecto de la Navidad, apuntan a que los locales donde no se cumplieron las normas y restricciones “no representan a nuestro sector, que se ha adaptado en su inmensa mayoría a cada uno de los cambios de criterio de nuestros gobernantes”.

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