Regresa restaurado al Torreón de Lozoya de Segovia el tapiz ‘La entrega de Briseida a Aquiles

Los trabajos han durado un año por parte de los maestros de la Real Fábrica de Tapices

La pieza ‘La entrega de Briseida a Aquiles’ vuelve a presidir, tras un año de ausencia para su restauración, vuelve a presidir la Sala de Tapices del Torreón de Lozoya de Segovia. Un proceso realizado por los maestros liceros de la Real Fábrica de Tapices, con una inversión de 17.625 euros. Un trabajo totalmente imprescindible por el progresivo deterioro de la pieza, como por la relevancia que ha supuesto su reciente identificación con una creación de Pedro Pablo Rubens.

El tapiz fue adquirido a finales de los años 70 o principios de los 80 del siglo pasado en la Galería Cid por 750.000 pesetas, el tapiz estuvo durante un tiempo colgado en la planta noble del Torreón de Lozoya, figurando en la colección con el título erróneo de ‘La muerte de Alejandro’. La musealización del Torreón de Lozoya, llevada a cabo por la Fundación que lleva su nombre, supuso su regreso tras varias décadas en las que estuvo almacenado, fuera de la vista del público.

Investigadores y conservadores de museos lo pudieron identificar correctamente. ‘La devolución de Briseida a Aquiles’, forma parte de la serie ‘La historia de Aquiles’, último de los cuatro importantes ciclos de tapices que Pedro Pablo Rubens diseñó a lo largo de su vida. Esta serie, ideada entre 1630 y 1635, estuvo integrada por ocho escenas en las que se narraban las peripecias de este héroe de la Guerra de Troya.

Se desconoce la identidad del comitente que encargó el ciclo al maestro por excelencia del barroco flamenco, pero se sabe que Rubens trabajó en él minuciosamente, creando ocho bocetos al óleo, en pequeñas tablas, que se conservan en el Museum Boijmans Van Beuningen de Rotterdam. El modelo de ‘La devolución de Briseida a Aquiles forma parte de las colecciones del Museo del Prado.

Los modelos sirvieron como base para pintar los llamados ‘cartones’, composiciones en grandes hojas de papel encoladas, del tamaño definitivo de los tapices, en los que los maestros liceros se apoyaron para tejer los tapices. Ninguno de los cartones de esta serie se han conservado.

La guerra de Troya aportó a la historia de la tapicería un sinfín de argumentos para sus creaciones, si bien la historia del colérico Aquiles no fue un tema habitual. El argumento que se narra en el tapiz del Torreón de Lozoya es crucial en aquella contienda bélica.

El director de la Real Fábrica de Tapices, Alejandro Klecker, dijo que el tapiz de hallaba en un estado de conservación comprometido, que se manifestaba principalmente por roturas de hilos de trama y desgastes de los mismos por deshidratación, acumulación de polvo y suciedad, así como por intervenciones anteriores en forma de retejidos de baja calidad.

La restauración ha consistido en una fase previa de documentación del alcance de los deterioros y diagnóstico inicial, para pasar después a una minuciosa labor de limpieza. A estos trabajos previos siguieron la consolidación estructural del tapiz y su forrado por el reverso para protegerlo.

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