Turismo e historia convergen en Frías (Burgos), la ciudad más pequeña de España

En el norte de la provincia burgalesa se sitúa Frías, que atrae cada año a más de 70.000 visitantes nacionales e internacionales

Al norte de la provincia de Burgos, en la comarca de Las Merindades se sitúa Frías, una ciudad de unos 270 habitantes que ostenta el título de ser la más pequeña del país, así como uno de los Pueblos Más Bonitos de España. Su patrimonio e historia son dos de las fortalezas de este enclave que goza de un gran “potencial turístico” y atrae cada a año a más de 70.000 visitantes nacionales e internacionales.

Así lo afirma la teniente de alcalde en funciones, María Ángeles Bergado, que explica que 2017 fue el año que mejores cifras de visitantes alcanzó Frías, con 80.000, aunque en ejercicios posteriores registraron números similares. De hecho, tal y como señalan desde la Oficina de Turismo, en 2022, visitaron esta pequeña ciudad un total de 73.550 personas.

 

Ricardo Ordóñez / ICAL . Frías, ciudad mas pequeña de España

 

En su mayoría, los turistas proceden de Castilla y León y País Vasco, aunque cada vez hay más visitantes de Madrid y Francia. “Nos estamos internacionalizando”, afirma el alcalde en funciones José Luis Gómez, que explica que esto se debe a la aparición del municipio en medios internacionales. Las vacaciones de Semana Santa y el mes de agosto concentran el mayor número de visitantes, aunque, la llegada del buen tiempo también atrae muchas excursiones, especialmente de colegios, asociaciones y personas de la tercera edad.

Destacan también el crecimiento del turismo desde que en 2014 Frías entró a la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España, “Frías es un potencial turístico grande por la historia que tiene y el enclave”, afirma el alcalde en funciones, que recuerda que Frías está enmarcada por el pico Humión, el más alto del Parque Natural Montes Obarenes. “Tenemos un medio ambiente enriquecedor y lo queremos mantener”, afirma el edil en funciones.

En esta línea, tanto Gómez como Bergado señalan su interés por lograr que se asiente más población en Frías, especialmente en el casco antiguo de la ciudad. En esta línea indican que aunque el turismo tiene una gran importancia para el municipio, les gustaría que fuese más gente a vivir allí. Actualmente Frías dispone de un colegio público, con dos aulas y diez alumnos, una farmacia, un consultorio médico que pasa consulta cada día.

 

 

Patrimonio turístico y cultural

En 1435, Juan II de Castilla, padre de Isabel la Católica, concedió a Frías el título de ciudad, del que sus vecinos presumen con orgullo hoy en día. Se trata de una de las ciudades medievales más visitadas del país, especialmente por la belleza de sus edificios, sus calles empedradas y el monumental Castillo, que atrae miradas las miradas de cuantos se acercan a este entorno burgalés.

El castillo de duques de Frías es lo primero que llama la atención de cualquier persona que visita la zona. Una imponente fortaleza ubicada en el peñasco de La Muela, una gran roca sobre la que se asienta la parte alta de la ciudad. Esta fortaleza es una mezcla de construcciones de los siglos XII, XIII, XV y XVI, que permitió defender la ciudad en los tiempos más bélicos de su historia. “El Castillo es nuestro mayor atractivo”, afirma Bergado.

Otro de los grandes atractivos de Frías son sus Casas Colgadas. Construidas en los extremos de La Muela, y parece que forman parte del precipicio. Se levantaron aprovechando el cortado rocoso, y están apiñadas las unas con las otras debido al poco espacio. Destaca también la iglesia de San Vicente, de porte románico, hoy trasladado al Museo de Claustros de Nueva York, destaca dentro del conjunto de la ciudad, dado que se sitúa en un extremo del cortado rocoso. Tal y como explican desde Frías, solo quedan algunos restos de su construcción románica, dado que en 1906 se cayó la torre, que en su origen tenía un carácter defensivo. Tras su caída se levantó una nueva torre, y esta renovación se financió con el dinero que se obtuvo tras vender la portada románica al Museo de Claustros de Nueva York.

 

 

Aquellos que visitan esta iglesia, quedan maravillados por las maquetas de las Casas colgadas, de la ermita de Tobera, o de la propia iglesia antes de que se desplomase la torre, todas ellas elaboradas por Fernando Alonso Ortega, y representadas hasta el mínimo detalle.

Frías es conocida también por su Fiesta del Capitán, que se celebra el domingo más cercano al 24 de junio. De Interés Turístico Regional, es una de las fiestas “más antiguas de España”, según explica la teniente de alcalde en funciones. Este evento rememora un episodio histórico del siglo XV, cuando el rey Juan II intercambia con Pedro Fernández de Velasco, conde de Haro, la Villa de Peñafiel por la ciudad de Frías.

Al principio, las relaciones entre el conde y la ciudad fueron buenas, pero poco a poco quitó los fueros y subió los impuestos, lo que cabreó a los vecinos y se negaron a pagarlos. En 1450 el conde cercó Frías, y fue entonces cuando los vecinos nombraron a un capitán para que liberase a la ciudad del asedio del conde. Desde 1481 la Fiesta del Capitán rememora estos hechos y reune a cientos de visitantes.

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