UCCL convoca el 15 de marzo una nueva tractorada en Valladolid para mantener la presión y “rematar” la reforma de la PAC

González Palacín invita al resto de organizaciones agrarias a participar en una movilización para la que esperan entre 1.000 y 1.500 tractores y en la que piden a la Consejería un “papel activo” para realizar modificaciones dentro de sus competencias

La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) convocó hoy una nueva tractorada en Valladolid que se desarrollará el próximo 15 de marzo, con un recorrido aún por decidir pero en el que seguro se concentrarán frente a la Consejería de Agricultura y a la Delegación del Gobierno, con el objetivo de mantener la presión y conseguir así “rematar” la reforma completa de la PAC para el periodo 2023-2027 “y no solo ganar un año o unos meses”.

Así lo especificó, en declaraciones recogidas el coordinador de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, que invitó al resto de organizaciones agrarias a tomar parte en una movilización para la que esperan la participación de entre un millar y 1.500 tractores, aunque la previsión “a última hora desborda”. No obstante, en esta ocasión reconoció el coordinador de UCCL que existen ciertas dosis de “agotamiento” entre los agricultores y ganaderos tras casi dos meses de constantes movilizaciones.

En cualquier caso, Palacín aseguró que siguen “en pie de guerra” ya que las propuestas realizadas desde el Ministerio de Agricultura “no son soluciones, sino buenas intenciones que no sirven de nada”. Por ese motivo, aseguró que el campo en general, y su organización en particular, continuará con las movilizaciones para que se solucione “una parte importante de lo que estamos demandando”.

Entre las demandas, señaló el coordinador de UCCL la eliminación de la obligatoriedad de las rotaciones, porque aunque hay un 95 de la superficie que “rota desde hace muchos años”, en el cinco por ciento restante es “imprescindible sembrar todos los años” el mismo cultivo, en este caso maíz, del que viven “muchos agricultores”.

También pidió la eliminación de la obligatoriedad del barbecho, que la realización del cuaderno digital “sea voluntario y se pague por ello” y que se dote de “herramientas concretas” para que se cumplan las cláusulas espejo, de tal manera que los productos de fuera de la UE “certifique, con una acreditación en origen, que cumplen la normativa de aquí” y que además se haga sobre ellos “un doble control en la frontera”.

Por último, en relación a la agricultura, Palacín reclamó un “papel más activo” de la Consejería de Agricultura, que “no puede irse de rositas ni ponerse de perfil” porque parte de las demandas “entran dentro de sus competencias”, como permitir el laboreo vertical o que no se obligue a la diversificar los cultivos. “Está bien que el consejero sea crítico con el ministro, pero tiene que ejercer sus competencias”, sentenció.

 

“Democracia real” en el campo

En relación a la ganadería, el coordinador de UCCL pidió, tanto al Ministerio como a la Consejería, “una política de ayuda” al sector dado que, con la caída de las producciones y los precios, “no se cubren los costes”. Además, solicitó la elaboración de una ley de fauna salvaje que “controle y minimice los efectos” que este tipo de animales tiene como vector de transmisión de las enfermedades al ganado, y el compromiso de la Consejería con la investigación de una vacuna para atajar la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica porque, de lo contrario, será “imposible controlar la enfermedad”.

Las últimas dos peticiones de Palacín se refirieron a los seguros agrarios, pidiendo un control de la Administración a Agroseguro para que las tarifas “sean acordes a lo que podamos pagar” y coberturas atractivas para incentivar la contratación y que “no se quede fuera más del 50 por ciento de la superficie de Castilla y León, y “democracia real en el campo”, algo que ya está “tasado” en Castilla y León pero que no sucede a nivel nacional.

“En España, hace más de 14 años una ministra dinamitó la ley de cámaras agrarias y eligió a tres organizaciones como las más representativas”, recordó, ante una situación que “no se ha movido” y que definió como “más digna de una república bananera o de un estado fascista”.

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