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Un investigado por estafa en el alquiler de pisos estivales, tras la denuncia de una familia burgalesa

Anunciaba en Internet pisos en Castellón para la temporada veraniega y se le vincula con otros 16 casos similares bajo el mismo ‘modus operandi’ cometidos durante el presente año

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Efectivos de la Guardia Civil investigaron a J.S.D.R., de 26 años de edad, como presunto autor de un delito de estafa, al ofertar pisos inexistentes para el alquiler durante la temporada veraniega, solicitando una cantidad económica en concepto de reserva. Al propio perjuicio económico hay que añadir el moral, ya que toda la familia se desplazaba hasta el falso apartamento para disfrutar de las vacaciones estivales.

Los hechos ocurrieron durante el presente año, cuando una familia burgalesa que había reservado meses antes una vivienda en una importante localidad de la costa castellonense, se presentaba en el domicilio facilitado por la persona de contacto, comprobando que no existía el edificio prometido y que todo había sido un engaño, no volviendo a responder a sus llamadas.

Tras los hechos denunciados el pasado mes de julio, la Comandancia de Burgos abría una investigación que llevó a la identificación y localización del presunto autor, domiciliado en la provincia de Lugo, y a quien se le vincula con otros 16 hechos similares por estafa cometidos en otros puntos de España.

Así, el investigado ofertaba el alquiler de “llamativos” pisos con piscina propia en una importante zona turística de la costa castellonense, siempre a precios más bajos a los habituales y para la temporada estival. Cuando un posible cliente se interesaba por el arrendamiento, el arrendador se ganaba su confianza, siendo la comunicación telefónica muy fluida al principio; la “víctima” ingresaba en una cuenta bancaria facilitada por éste, en concepto de fianza o reserva, una cantidad económica que variaba entre los 100 y los 350 euros.

Recibía vía Whatsapp un contrato con muy buenas condiciones, ya firmado, lo que otorgaba cierta seguridad y confianza a la operación. Llegada la fecha el perjudicado se trasladaba hasta el lugar concretado, verificando ‘in situ’ que no existía ningún edificio que se pareciera al ofertado vía internet y que todo había sido una estafa.

Al perjuicio económico de la propia estafa se une el del traslado y el moral ya que en todos los casos se ha comprobado que les acompañaba la familia. Con la colaboración de la Comandancia de Lugo, J.S.D.R. fue investigado, instruyéndose diligencias que fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción número 4 de Burgos. La investigación sigue abierta hasta el total esclarecimiento de los hechos.

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